CHIPS PARA CONTROLAR LA SALUD
El cada vez más extendido uso de sensores que habilitan la respuesta
pasiva a estímulos externos va a cambiar la forma en que respondemos a
nuestro entorno, particularmente en el área de la salud. Algunos
ejemplos son los sensores que monitorizan de un modo continuado
funciones corporales como el ritmo cardíaco, los niveles de oxígeno y
azúcar en sangre y que, si fuese necesario, provocan una respuesta
médica como el suministro de insulina. Estos avances dependen de la
comunicación wireless entre aparatos. Otras aplicaciones son los
sensores entre vehículos, lo que también puede mejorar la seguridad en
la carretera.
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